Uno de los dilemas más grandes a los que nos enfrentamos cuando tomamos la decisión de cambiar nuestros hábitos alimenticios, es pensar en los acompañamientos de las comidas. Como sabrás, culturalmente nos hemos acostumbrado a que sean carbohidratos en su mayoría y es por eso que cuando decidimos racionar su consumo (no eliminar), nos encontrarmos con el dilema de no saber cómo reemplazarlos sin empezar a aburrirnos.

Pensando en este pequeño problema, se me ocurrió adaptar una receta que nos preparaba mi mamá y que me encantaba cuando estaba chiquita, haciendo una versión sin ningún tipo de harina pero igual de rica: el soufflé de verduras.

Prepararlo es sencillísimo y como se hace un molde grande, es perfecto para compartir.

¿Qué necesitas?

(Para 4 porciones)

1 coliflor grande cortada en arbolitos pequeños

2 zanahorias sin piel picadas en cuadritos 

8 habichuelas picadas en trozos pequeños

3 claras de huevo

1 yema de huevo

1 hoja de laurel

2 cucharadas grandes de queso rallado bajo en grasa

sal y pimienta al gusto

Preparación

Pon a cocinar todas las verduras hasta que estén blanditas, en abundante agua con un poco de sal y la hoja de laurel.

Cuando estén listas escúrrelas en un colador y ponlas en un recipiente grande. 

Agrega la yema de huevo, sal y pimienta al gusto y revuelve. Bate las claras de huevo a punto de nieve hasta que se formen picos y agrégalas a la mezcla de verduras y revuelve de manera suave y envolvente para conservar el aire de las claras que es lo que le dará "esponjosidad" al soufflé.

Cuando todo esté incorporado, pon la mezcla en una refractaria para horno y cúbrela con el queso rallado. Hornea durante 20 minutos a 180 C y ya está. Tendrás un acompañamiento muy rico, bajo en calorías y muy saludable.