Este es uno de los clásicos del mundo de los postres y el preferido en muchas mesas. Aprendí a prepararlo en mi diplomado de pastelería y tenía la deuda de publicarlo hace mucho tiempo.

Parece complejo pero la verdad es que no. No te asustes si ves que los pasos para la preparación se ven muy largos, lo que pasa es que quise explicar con detalle cada uno.

¿Qué necesitas?

Para 8 porciones

Para el flan

3 tazas de leche

¾ taza de azúcar

4 huevos

3 yemas de huevo

1 pizca de sal

1 cucharadita de extracto de vainilla

Para el caramelo

¾ taza de azúcar

¼ taza de agua

Preparación

Antes de empezar, alista 8 recipientes para horno pequeños (se conocen como ramekins) sobre una bandeja honda que sirva para el horno o en lugar de los ramekins, usa una refractaria circular de 25 cm aproximadamente.

Lo primero que vamos a preparar es el caramelo. Para hacerlo, pon a calentar en una olla pequeña a fuego medio el azúcar y el agua. Mezcla bien y deja que tome un color dorado con cuidado de que no se queme. Esto tomará más o menos 8 minutos.

Cuando esté listo, retira el caramelo del fuego y distribúyelo en cada uno de los ramekins poniendo una cucharada del caramelo en cada uno o todo, en el fondo de la refractaria grande.

Ahora, hacemos la mezcla para el flan. En una olla pon a calentar a fuego medio la leche con la mitad del azúcar (1/4 de taza del azúcar más 2 cucharadas), revuelve bien y deja calentar hasta que empiecen a aparecer burbujitas en los bordes sin dejar hervir. 5 minutos aprox.

Mientras tanto, bate los huevos en un recipiente como si fueras a preparar huevos revueltos y agrega las yemas también batidas. Agrégales la pizca de sal y el resto del azúcar.

Ahora vamos a temperar la mezcla de huevos. Para hacerlo le agregamos a los huevos la mitad de la leche y batimos bien. Con esto impedimos que se cocinen los huevos. Luego, agregamos esta mezcla a la olla donde quedó la otra mitad de la leche y mezclamos.

Pasa la mezcla por un colador para remover cualquier grumo producto del huevo y agrégale la vainilla.

Divide la mezcla entre los 8 recipientes pequeños o ponla en la refractaria grande y ponlos sobre la bandeja para horno. Agrégale a esta bandeja agua caliente de manera que llegue hasta la mitad de los ramekins o hasta la mitad de la refractaria. Esto se llama hornear al baño de maría. Llévalos al horno durante 35-40 minutos a 170 C.

Pasado este tiempo, retíralos del horno y ponlos a enfriar sobre una rejilla. Cuando estén fríos, pasa un cuchillo por el borde de cada recipiente para que desmolden fácilmente, ponle un plato pequeño encima a cada recipiente y dale la vuelta para servir.

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