Si los he tenido un poco abandonados y acepto todos los cargos en mi contra, es porque he estado más ocupada de lo que pensé que podría llegar a estar entre el estudio, el trabajo y las buenas oportunidades que aparecen de vez en cuando.

Pero no crean que no me acuerdo de ustedes, de hecho lo hago todo el tiempo, sobre todo cuando aprendo algo nuevo y que me gusta durante mis clases.

Ayer por ejemplo tuve que preparar esta rica crema que aprendí en una clase y me prometí a mi misma publicarla lo antes posible.

Es una combinación poco usual pero que tiene el poder de sacar sonrisas sinceras.

¿Qué necesitas?

1 1/2 taza de ahuyama sin piel y sin semillas cortada en cubos

1 1/2 taza de pera sin piel cortada en cubos

2 cucharadas de mantequilla

3 tazas de caldo de verduras o de ave

4 cucharadas de crema de leche y un poquito más para decorar

Almendras en láminas y tostadas para decorar

Sal y pimienta al gusto

Preparación

En una sartén grande y a fuego bajo, derrite la mantequilla y añade los cubos de  ahuyama para que empiecen a cocinarse pero sin dorarse.

Cuando empiece a ablandar, agrega la pera que es mucho menos dura y deja que se cocine un poco también. 

La ahuyama y la pera estarán listas cuando al introducir un palillo en un cubito de ahuyama, este entre y salga  con facilidad.

Cuando estén listas, añade el caldo, sal y pimienta al gusto y deja cocinar durante 5 minutos. Puedes usar un caldo que ya tengas hecho o preparar uno como te indico aquí.

Pasados los cinco minutos lleva todo a la licuadora con cuidado de retirar la tapa pequeña dentro de la tapa grande para que salga el vapor.

Cuando todo esté bien procesado, lleva de nuevo la crema al fuego en una olla mediana, añade la crema de leche y revuelve.

Deja cocinar durante un par de minutos más y ya está. Sírvela caliente con un poquito de crema de leche en la superficie y almendras tostadas para decorar.

Estoy segura de que te va a encantar.