Después de las fiestas de fin de año llega enero con su avalancha de promesas y buenos propósitos, la gran mayoría enfocados a eliminar los excesos que deja la felicidad y ese “pase libre” para el disfrute desmedido que nos otorgamos como si el fin del mundo fuera inminente.

Mis redes sociales están llenas de consejos fitness y de alimentación balanceada y aunque quisiera unirme a ellos, mi panza de ocho meses y medio de embarazo y el panorama de reposo que me espera después del parto, me liberan de la presión de empezar (y posiblemente decaer) del compromiso de empezar a cuidarme al extremo en los próximos días.

Por eso es que sin remordimiento alguno y en un acto de rebeldía, hoy he decidido sacar de mi bolsillo una de las recetas que preparé en Navidad y que siendo completamente honesta, no tiene nada de “light”: el arroz atollado.

En compensación ofrezco toneladas de sabor para aquellos que:

a.     no tienen dentro de sus propósitos de año nuevo cuidar la línea

b.     si tienen ese propósito pero no piensan empezar de inmediato (teniendo en cuenta las estadísticas)

c.      Se cuidan pero no se sienten mal de darse un antojo de vez en cuando.

d.     Les encanta comer bien sin sentir culpa.

e.     Desean ser felices

      Alistemos pues la olla, la buena energía, una buena canción del pacífico y empecemos este 2015 con mucho sabor.

¿Qué necesitas?

(para 10 personas)

1 libra de carne de res picada en cubos de 2 x 2 cms (preferiblemente cadera)

1 libra de costilla de cerdo cortada en trozos

4 longanizas o chorizos grandes cortados en rodajas

1 ½ taza de cebolla larga finamente picada

1 ½ taza de tomate finamente picado

2 ½ tazas de arroz común

7 tazas de agua

2 cucharaditas de semillas de achiote (se consiguen con facilidad en la plaza de mercado)

1 taza de arvejas precocidas

1 taza de zanahoria en cuadritos precocida

1 taza de habichuelas en trozos pequeños precocidas

2 platános verdes o pintones cortados en trozos pequeños (1,5 cms x 1,5 cms aprox)

2 yucas sin piel picadas en trozos pequeños (1,5 cms x 1,5 cms aprox)

½ taza de cilantro picado

½ taza de perejil picado

2 dientes de ajo finamente picados

3 huevos duros

Aceite de canola o girasol

Preparación

Lo primero que haremos es preparar un aceite “achiotado”.

En una sartén pequeña ponemos ¾ de taza de aceite con las semillas de achiote a fuego bajo durante 5 minutos hasta que estas comiencen a soltar color y sabor.

Una vez esto ocurra, retiramos las semillas y conservamos el aceite que debió quedar de un color rojizo.

Aparte, en una olla o caldero grande, ponemos a dorar en un poco del aceite achiotado la carne de res y las costillas de cerdo de manera que tomen color por todos sus lados.

Cuando estén listas agregamos el chorizo o la longaniza y dejamos que se dore también.

Agregamos a la olla la cebolla larga picada, el cilantro picado y el ajo. Mezclamos bien.

Añadimos el tomate, un poco más de aceite achiotado y el arroz.

Revolvemos de manera que se mezclen bien todos los ingredientes y esperamos hasta que los granos de arroz comience a verse algo transparentes.

Cuando esto suceda es el momento de empezar a agregar las tazas de agua.

Comienza agregando 5 tazas y revolviendo bien a fuego medio.

Deja cocinar sin revolver hasta que notes que la mayoría del agua se ha evaporado pero el arroz se ve todavía bien “mojado”.

Mientras esto pasa dale una pre cocción en fritura profunda a los trozos de plátano y de yuca. Cuando estén casi listos, es decir un poco blandos, retíralos del aceite y ponlos sobre papel absorbente.

Agrega las arvejas, la zanahoria, las habichuelas, el plátano y la yuca al arroz junto con las dos tazas de agua restantes y mezcla bien.

Deja cocinar durante 15 minutos más de manera que tengas un arroz meloso con una apariencia similar a la del risotto. Más líquido que seco.

Cuando esté listo, retira del fuego y sirve acompañado con huevo duro en trocitos y perejil finamente picado por encima.

¡Buen provecho!