Hay alimentos que son excelentes para el organismo pero muy pocos entran en la categoría de "súper poderosos" como la quinua.

Investigando encontré que "La quinua es un alimento que logra dos propiedades difíciles de reunir: es altamente nutritiva y, además, es sabrosa. Se la cataloga como un “alimento funcional” ya que sus beneficios (ser rica en vitaminas B, C y E, y tener el doble de proteínas que un cereal tradicional) la llevó a ser el grano más deseado del altiplano, donde muchas de las comidas se realizan con ella como base.

Además de reducir el colesterol gracias a su alto contenido de fibras solubles, tiene propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias; posee poca grasa y es libre de gluten. Sumado al fósforo, magnesio y hierro que posee.”

Mejor dicho, solo nos falta pedirle un deseo para que se haga realidad. Yo por ejemplo le pedí que se convirtiera en un rico risotto y además de concedérmelo, me inspiro para acompañarlo con un delicioso ají de gallina.

Te dejo entonces la receta de este rico y ante todo, saludable menú.

¿Qué necesitas?

Para el risotto de quinua

1 taza de quinua (déjala remojando la noche anterior y lávala muy bien al día siguiente para quitarle el sabor amargo)

3 tazas de caldo de verduras caliente

1 taza de vino blanco

½ cebolla cabezona cortada en cuadritos

1 diente de ajo finamente picado

1 cucharada de mantequilla

1 cucharada de aceite de oliva

4 cucharadas de queso parmesano

Sal y pimienta al gusto

Preparación

En una sartén grande pon a dorarla cebolla y el ajo en el aceite de oliva sin dejarlo quemar y hasta que tomen un aspecto transparente.

Cuando eso suceda, agrega la quinua, revuelve y deja cocinar durante 3 minutos aproximadamente.

Agrega la taza de vino blanco, revuelve y cuando empiece a evaporarse añade una taza de caldo, sal y pimienta al gusto. Continúa revolviendo.

Cuando el caldo se evapore, añade otra taza de caldo y continúa revolviendo.

Repite el proceso con la última taza de caldo.

Es importante que no dejes de mezclar o hacerlo con frecuencia.

El risotto estará listo cuando la quinua esté blanda y la mayoría del líquido se haya absorbido.

Apaga el fuego, agrega la mantequilla junto con el queso parmesano, mezcla por última vez y ya está.

Si también quieres aprender cómo hacer un ratatouille de quinua, te dejo esta receta.

Para el ají de gallina

1 pechuga de pollo

1 cebolla cabezona finamente picada

½ taza de queso parmesano

1 cucharadita de orégano

2 ajíes amarillos sin semillas y sin vena (te dejo una foto aquí para que sepas cuál es, ya se consigue fácilmente en las plazas de mercado).

1 diente de ajo finamente picado

¼ de taza de nueces picadas

3 rebanadas de pan o 3 galletas sodas trituradas

1 pizca de comino

½ taza de leche

2 cucharadas de aceite

1 rama de apio pequeña

½ zanahoria

Aceitunas y huevo duro para decorar

Sal y pimienta al gusto

Preparación

Pon a cocinar la pechuga de pollo en abundante agua con sal, la zanahoria y el apio picados, hasta que la carne esté completamente blanca.

Retírala del agua y cuando esté fría, desmenúzala con las manos o pártela en trozos pequeños. Guarda un poco del caldo en el que se cocinó.

Aparte, remoja el pan o las galletas en la leche durante 5 minutos y licua la mezcla. Licúa los ajíes en un poquito de aldo para formar una pasta.

En una sartén sofríe la cebolla, el ajo, agrega la pimienta, el orégano, el comino y un poco de sal.

Agrega la mezcla de la leche y el pan, la pasta de ají amarillo, un poquito del caldo de la pechuga, revuelve y deja cocinar durante 10 minutos hasta que espese un poco.

Añade la pechuga desmenuzada, el queso parmesano y las nueces.

Sirve acompañado de huevo duro y aceitunas por encima.