Los penne son ese tipo de pasta que saca risitas nerviosas en los niños que acaban de tomar una clase sobre reproducción, que sirve de material para chistes fáciles de algunos comediantes o para “montársela” al compañero de oficina que la pide en un restaurante.

También, es esa pasta corta, cilíndrica, de bordes cortados de manera oblicua semejando una pluma para escribir (de ahí el nombre), perfecta para preparar con salsas pues guarda muy bien su sabor.

Esta preparación es una de las más conocidas cuando se habla de este tipo de pasta. Es suave, sencilla y tiene mucho sabor.

Para 4 platos grandes

¿Qué necesitas?

3 cucharadas de mantequilla

1 cebolla cabezona finamente picada

2 ajos finamente picados

1 lata grande de tomates

¼ taza de vodka

½ cucharadita de páprika

½ taza de crema de leche

1 libra de penne o pasta corta

12 hojas de albahaca picadas

sal y pimienta al gusto

Parmesano para acompañar

Preparación

En una sartén grande pon a derretir la mantequilla y pon a cocinar la cebolla durante 5 minutos hasta que esté suavecita. Añade el ajo, deja cocinar durante 1 minuto más y agrega la lata de tomates, el vodka y la páprika.

Tapa la sartén y cocina durante 10 minutos.

Mientras tanto, pon a cocinar la pasta en agua hirviendo con un chorrito de aceite según las instrucciones del empaque, de manera que quede al dente.

Cuando la pasta esté lista y escurrida, agrega la crema de leche a la pasta, revuelve bien, agrega la pasta, sal, pimienta y las hojas de albahaca.

Por último, sirve con queso parmesano rallado por encima.